miércoles, 18 de noviembre de 2009

Primera reunión del Club del Lectura


Hoy nos hemos reunido el Club de Lectura “presencial” en la Casa del Pueblo para comentar la primera parte del libro.

Coincidimos en la densidad del texto y que tal vez será en su última parte, la cuarta, en la que se aborden los asuntos menos filosóficos. Sin embargo vimos con interés que se nos ponga en antecedentes con los que comprender mejor el nacimiento e ideas del socialismo. En cuanto a estas ideas en la tertulia nos centramos en la visión del humanismo y su evolución partiendo desde el Renacimiento y su afán por partir de las ideas clásicas, interés por transformarlas en el presente y proyectarlas hacia el futuro. Así pues, se nos muestra el Humanismo como una mezcla virtuosa de dos caras de la misma moneda, entre el individualismo y el colectivismo: “El sentido íntimo del humanismo […] es el ansia por realizar tanto lo universal humano como lo humano peculiar en cada individuo y comunidad”. De igual forma se hace hincapié en separar Humanismo y Determinismo, siendo lo humano, lo que cada uno sea capaz de realizar por sí mismo.

También en esta primera parte el libro habla de la religión cristiana y como esta cambia su rumbo en el Concilio Vaticano pasando de ser una iglesia evangelizadora y demócrata a ser una monarquía centrada no solo en el espíritu sino también en los asuntos ejecutivos terrenales. Fernando de los Ríos también explica lo difícilmente explicable que resulta la unión de liberal y católico al buscar el primer término un sentido indagador frente al catolicismo más centrado en la doctrina de los dogmas de fe.

En cuanto a frases que hemos destacado resalto dos al dejarme sorprendido por su rotundidad y menos por su acierto. La primera de Maquiavelo “La libertad no tiene orillas; por eso la ley no tiene fundamento”. Y la segunda entresacada del propio autor nos pone en situación del sentido humanista de la persona y de cómo “la libertad es la noción central y norma generativa de la acción; gracias a ella el hombre es considerado creador de su propia vida y artífice de su conducta”.

4 comentarios:

caprieto dijo...

¡Saludos!

No sé si se comentó algo en la reunión sobre el traducción jurídica del Humanismo.
A mí me ha parecido lo más interesante de esta parte.
El Hombre es un sujeto de derechos, que se reconocen jurídicamente. Entre estos derechos está el de propiedad, que era fundamental en el liberalismo y que sería criticado por los marxistas.

José Alfonso Rueda dijo...

Salió en la reunión ese tema del derecho a la propiedad; yo lo comenté. Me llamó la atención. Eso sí, una propiedad entendida como fruto del esfuerzo de cada cual; que no se concibe para explotar y pisotear a otros individuos y sí como algo que contribuye a la realización del individuo y, por tanto, del bienestar general. Una cosa sin la otra no tienen sentido.

Valeriano Rosales dijo...

Una lástima no tenerte entre nosotros en las quedadas presenciales.
En los textos de Derechos se observa la propiedad y la posibilidad de que las herencias sean limitadas. Todo un paso aunque se ve que solo se quedó en palabras y que con posterioridad, salvo execepciones, no ha llegado a nuestros días.
A mí lo que más me llamó la atención en que la visión del Humanismo de Fernando de los Ríos tiene también un alter ego en la visión de esa idea de R. de Maeztu tal y como expone en una de las llamadas.
Todo tiene otro punto de vista.

Anónimo dijo...

va a resultar que no es un libro de humor...